Cada día doña Gloria y su hija Paola, salían a las 3 de la madrugada de su vivienda, ubicada en la colonia Miralnorte, en el kilómetro 14 de la ruta al Atlántico, esto para ir a la terminal y comprar los ingredientes para luego regresar a la casa, cocinar y vender alimentos en el sector, en donde sin duda, los vecinos extrañarán su sazón y su amabilidad.
Las dos mujeres, compartían algo más que ese enorme lazo de parentesco, y es que en ambos casos luchaban por sus hijos solas, pues eran madres solteras.
Era costumbre para su familia que salieran tan temprano, pero sabían que a las 7 de la mañana ya estaban de regreso, lo cual cambió ayer, cuando no llegaron ni a esa hora, ni un poco más tarde, la familia presentía algo.
Don José que fue la pareja sentimental de doña Gloria y padre de sus hijos llegó a buscarlas, pero cuando notó que no respondían, sabía que habían abordado ese bus.
Los cuerpos los recibieron alrededor de las 4 de la mañana y fueron los últimos que entregó el INACIF.
Cuerpos entregados alrededor de las 4 am de los últimos que dio INACIF
“Es muy duro, es un gran vacío el que dejan”, indicó.
“Hoy me quedé sin nada”
Doña Matea, madre y abuela de estas víctimas, aún no cree lo que está pasando y no sabe qué va a hacer debido a que ellas eran su ayuda. Todas se dedicaban a vender.
Ahora debe velar también por el hijo de doña Gloria quien por un accidente de tránsito tiene un problema de tipo mental que le impide recordar y valerse por sí mismo.
Por otro lado indicó que las hijas de su nieta Paola, posiblemente se quedarán con su padre y la familia paterna.
“Hoy me quedé sin nada, me quedó un vacío, ya sólo la nena me queda y es de cuido también”, indicó entre lágrimas.