Cada verano, cientos de miles de millones de huevos de moscas de mayo -o efímeras- eclosionan y se “adueñan” del cielo de tal forma que da la sensación de que nieva o graniza.
Este peculiar insecto pasa aproximadamente el 99% de su vida como ninfa hasta que todas emergen, a menudo a la vez, durante “la eclosión” para el apareamiento. Las efímeras adultas viven alrededor de un mes, generalmente menos, y se sienten atraídas por las grandes luces de la calle.
Una vez fuera del cascarón, las moscas de mayo se reúnen en densos enjambres y pueden provocar la huida de personas.
Fenómeno en Bielorrusia
En ese país europeo, una mujer captó con su celular el momento en que un enjambre grande de estos insectos se apodera de las calles de la ciudad de Mogilve.
Karina Ovsyannikova, de 22 años, conducía por la ciudad, cuando de repente se vio rodeada por el enjambre de estos insectos tan particulares. Al frenar su vehículo, lo que creía que era nieve, resultaron ser moscas de mayo que pululaban por el cielo e intentaban aparearse. Los insectos cubrían la carretera, los semáforos e incluso los caminos, y a medida que avanzaba aparecían más moscas.