El suceso ocurrió en la ciudad de Astracán, ubicada en el sur de Rusia.
Una fuerte tormenta de arena envolvió en varios minutos esa ciudad. Los residentes afirmaron que nunca habían visto antes algo así.
De acuerdo con el Ministerio de Situaciones de Emergencia regional, las ráfagas de viento alcanzaron velocidades de entre 15 y 20 metros por segundo.
Mientras la ciudad “era tragada” por la tormenta de arena, los residentes permanecieron en sus viviendas para evitar algún tipo de incidente.