Más de una tonelada de cocaína se incautó en los últimos días en el territorio nacional, pero ¿Qué pasa después con esta droga?
Los precursores químicos o drogas, al llegar a manos de las autoridades siguen un proceso de incineración, que consiste en colocarlos en un equipo tipo horno que llega hasta 2 mil grados Fahrenheit.
En la cámara de combustión primaria se incineran las sustancias quimicas ilícitas.
Los precursores sólidos se colocan en un contenedor y éstos son llevados con maquinaria hacia la cámara de combustión.
Manualmente se alimenta la incineradora, y quienes realizan este proceso utilizan trajes completamente herméticos con máscaras especiales.
Mientras tanto las drogas líquidas llevan proceso mediante la descarga de los toneles.
Los toneles son vaciados completamente en un incinerador dentro de un horno. Luego de vaciar los mismos estos son trasladados hacía un equipo de compactación el cual destruye por completo los toneles plásticos y de metal.
A nivel centroamericano, Guatemala es el único país que cuenta con el equipo para incinerar droga líquida o sólida.
Mientras llega este proceso, la droga permanece embalada por las autoridades para su posterior destrucción total.