Tanzania anunció este jueves 25 de abril que al menos 155 personas murieron por las inundaciones y corrimientos de tierra provocados por las lluvias torrenciales originadas por el fenómeno meteorológico El Niño, que causaron decenas de muertos en otros países de África oriental.
Según el primer ministro tanzano, Kassim Majaliwa, más de 200 mil personas se vieron afectadas por las intensas precipitaciones, que causaron 155 muertos y 236 heridos.
“Las fuertes lluvias de El Niño, acompañadas de fuertes vientos, inundaciones y deslizamientos de tierras en varias partes del país, causaron daños significativos”, declaró Majaliwa en el Parlamento.
La lluvia, explicó, hizo estragos en casas, cultivos, carreteras, puentes, escuelas y vías de ferrocarril.
Los destrozos fueron debidos “en primer lugar al deterioro del medio ambiente”, denunció, señalando la deforestación, prácticas agrícolas insostenibles como la técnica de “tala y quema” y el pastoreo no regulado.
Sobre el fenómeno del Niño
El Niño suele ir asociado a un incremento de las temperaturas en todo el mundo, así como sequías en algunas áreas y fuertes lluvias en otras y puede tener un impacto devastador en África oriental.
En Kenia, unas 45 personas han muerto desde que empezó la temporada de lluvias en marzo, incluyendo 13 que perdieron la vida en las inundaciones ocurridas en la capital, Nairobi, esta semana.
“Tenemos que poner a todo el mundo en alerta”, advirtió el presidente William Ruto, en una reunión para coordinar la respuesta.
El vicepresidente, Rigathi Gachagua, afirmó que se administrará comida y otros bienes a los damnificados y se desplazará a quienes vivan en las zonas de más riesgo.
En Burundi, uno de los países más empobrecidos del mundo, unas 96 mil personas fueron desplazadas en los últimos meses por la incesante lluvia, informaron la ONU y el gobierno.
Sobre el temporal
El temporal también se intensificó en Somalia, donde al menos cuatro personas habrían muerto y más de 800 se vieron afectadas por unas repentinas inundaciones acaecidas desde el 19 de abril, anunció la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En Uganda, la lluvia acarreó desbordamientos de ríos y dos muertes confirmadas, además de centenares de desplazados.
A finales del año pasado, más de 300 personas murieron por lluvias torrenciales e inundaciones en Kenia, Somalia y Etiopía, justo cuando la región intentaba recuperarse de su peor sequía en 40 años.
Con información de la agencia de noticias: AFP