El La Audiencia Nacional en Madrid anunció que no había suficientes evidencias para alcanzar un veredicto de culpabilidad por cargos relacionados a la venta de derechos de transmisión televisiva de partidos relacionados a la Selección Nacional de Brasil.
Rosell estuvo arrestado casi 22 meses tras ser acusado de malversar fondos derivados de la venta de derechos de transmisión televisiva y de la organización de amistosos en los que participaba Brasil, así como de un contrato de patrocinio entre Nike y Brasil.
La Fiscalía española inicialmente pidió una sentencia de 11 años de prisión y una multa de casi 60 millones de euros para Rosell, quien también fue acusado de ser parte de una organización criminal. Al principio, los fiscales dijeron que Rosell ayudó a lavar casi 20 millones de euros relacionados a comisiones por partidos de Brasil. Después de que ambos partes presentaron sus casos en el juicio, la sentencia pedida por la fiscalía fue reducida a seis años.
Rosell, de 55 años, ex ejecutivo de Nike en Brasil, presidió el Barcelona entre 2010 y 2014. Fue detenido en 2017 y las autoridades le negaron varios pedidos para salir libre bajo fianza. Salió libre días después de que inició el juicio en Madrid.
Los cargos de lavado de dinero estaban relacionados al período en el que la Confederación Brasileña de Fútbol estuvo presidida por Ricardo Teixeira. En 2015, las autoridades estadounidenses acusaron a Teixeira, ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, como parte del escándalo de corrupción en el fútbol. Teixeira también ha sido investigado por las autoridades brasileñas.
Rosell también está involucrado en un caso aparte relacionado a la venta de Neymar del club brasileño Santos al Barcelona en 2013. Los cargos de corrupción fueron presentados luego que un grupo inversionista brasileño dijo que recibió una compensación menor porque los involucrados escondieron parte del costo de transferencia de Neymar. Rosell renunció a la presidencia del Barcelona en 2014 debido a las acusaciones, que también rechaza.
Las autoridades brasileñas también acusaron a Rosell de usar una de sus compañías para beneficiarse ilegalmente de un amistoso entre Brasil y Portugal en 2008. Fue absuelto en ese caso.