Según información de bomberos voluntarios, a su centro de emergencias ingresan alrededor de 25 llamadas a la semana en donde se alerta sobre una persona que está intentando quitarse la vida. “Son personas que se han flagelado o que han ingerido sustancias para morir”, es entonces cuando los socorristas entran en acción y tienen la ardua misión de actuar rápido, persuadir y salvar la vida de estas personas, indica Eduarco Castillo, vocero de bomberos voluntarios.
Muchas veces, estos héroes con casco arriesgan su vida para salvar de la muerte a quienes la buscan de manera voluntaria pues cuando los ven amenazan con consumar el acto.
Entre los casos atendidos por los socorristas, está el de esta mujer que ayer intentó quitarse la vida por segunda vez. El 4 de junio pretendía lanzarse con sus dos hijos.
Recuerdo un caso reciente en el cementerio general, indica el entrevistado, “a la llegada de los técnicos una señorita amenazaba con quitarse la vida, ya se había herido en el cuello con arma blanca, y amenazaba con hacerse más daño si se acercaban. Los socorristas trataron de persuadirla pero llegaron a una situación extrema y uno de ellos tuvo que quitarle el gillette a la fuerza”.
Causas más frecuentes
Hay personas que tienden a suicidarse a través de una soga -causandose asfixia por suspensión-, otras buscan los puentes de la ciudad de Guatemala y otras ingieren veneno, esta última opción es más frecuente en la provincia del país. La estadística de ese cuerpo bomberil da cuenta que cada semana cinco personas mueren por consumir este tipo de sustancias, la más común es la pastilla para curar maíz.
El socorrista indicó que la mayoría de suicidas toman la decisión por problemas sentimentales y económicos en este caso, es más frecuente que ocurra a fin de año.
Señales de un suicida
Los socorristas indican que los casos de suicidio son evidentes, las personas por lo regular envían señales de alerta “se aíslan de su familia, actúan de manera distinta a como lo hacen cuando están bien”, por lo que recomiendan actuar antes de que sea tarde y buscar ayuda profesional.
Si los casos son extremos y se convierten en una emergencia piden llamar al 122 de manera inmediata, pues “son minutos con los que se cuenta para salvar a una persona”, concluyó.
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- El 17 de mayo una mujer se quitó la vida en Aldea Salac 1, Alta Verapaz. Tenía dos hijos.