Una semana después de que el salvadoreño Óscar Martínez de 25 años y su hija Valeria de casi dos años, murieron ahogados en el río Bravo, en México, en su intento por cruzar rumbo a Estados Unidos, sus cadáveres fueron repatriados vía terrestre este domingo para darles sepultura.
La comitiva que traslada a las víctimas ingresaron a las 08:20 hora local (14H20 GMT) vía terrestre a la localidad de La Hachadura, en la línea limítrofe de El Salvador con Guatemala, unos 110 km al suroeste de San Salvador, en el departamento de Ahuachapán.
Media hora después salió con rumbo a San Salvador. Las autoridades han informado que padre e hija serán enterrados en el cementerio La Bermeja, de San Salvador, en una ceremonia privada, a petición de la familia.
Cerca de las 11:00 de la mañana, la caravana de vehículos ingresó al cementerio municipal, donde los restos de padre e hija serán velados en la funeraria municipal del lugar.
El viernes, el cónsul salvadoreño en Monterrey, México, Rafael Rosales explicó que los cadáveres serían trasladados vía terrestre hacia territorio salvadoreño porque era un procedimiento más rápido y directo.