Los riesgos del viaje, el acoso de grupos delictivos, las restricciones de las autoridades mexicanas y el endurecimiento en los procesos para solicitar asilo de parte de Estados Unidos, ha hecho que miles de migrantes, principalmente centroamericanos desistan de intentar llegar a la frontera sur o quedarse esperando a ser recibidos por un juez de migración.
La inseguridad, el desempleo y la corrupción política siguen siendo los factores para que miles de ellos decidan arriesgarse a tomar ese peligroso camino y en su mayoría no logran llegar hasta su destino.
Hasta ahora, los programas del gobierno de Honduras para los migrantes retornados se orientan a convenios con sectores empresariales o trabajos de medio tiempo.
Carlos Madero, ministro de trabajo y seguridad social de Honduras, habló sobre los retornados.
Tenemos que buscar cómo estas personas pasan por un proceso con la cancillería para buscar la inserción laboral con las empresas y buscar más apoyos para los migrantes, resalta el funcionario hondureño
La mayoría de los retornados no logran oportunidades labores generadas por el gobierno y en ocasiones ellos deciden nuevamente emprender el camino para migrar, aunque saben que será prácticamente imposible lograr su propósito de llegar a Estados Unidos.