En un informe presentado recientemente por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), con información proporcionada por a Policía Nacional Civil (PNC), se mostró el incremento que ha tenido el robo de vehículos y motocicletas, las cuales coinciden con la relajación de medidas sanitarias impuestas durante la pandemia del Covid-19.
Automóviles
Aunque ha habido un incremento en el robo de autos, la cifra continúa en un 1.8 por ciento más baja, comparado con los registros de 2019.
Precisamente, en marzo, cuando comenzó la pandemia por el nuevo coronavirus, hubo un descenso en estos hechos. Abril contabilizó solo 90 denuncias, pero estas comenzaron a subir en mayo. Solo entre junio y julio hubo 107 y 109, respectivamente.
Para agosto, los reportes aumentaron a 147, coincidiendo con la relajación de medidas sanitarias.
Motocicletas
Las denuncias por robos de vehículos de dos ruedas también registraron una disminución, comparado con el año pasado. Entre marzo y mayo se dio una baja más consierable, pero a partir de junio comenzaron a elevarse los reportes.
El estudio muestra que las motocicletas tienen una mayor tasa de robo, con 18.9 por ciento, comparado con los carros, que representan un 10.2 por ciento.
¿Cómo operan las bandas robamotos?
Algunos motociclistas dan a conocer que adquieren estos vehículos por su accesibilidad económica y fácil desplazamiento, aunque están conscientes de que el riesgo de accidentes es mayor y a eso se suma la delincuencia.
Agregan que una de las formas de operar de las bandas delincuenciales es abordar a los motocilistas en semáforos, en donde son sorprendidos con un arma y ante el temor de perder la vida, acceden a entregar el vehículo.
Otra forma de robo muy común, añaden algunos afectados, es que las motos son sustraídas de los estacionamientos, tanto en áreas públicas como privadas.
La estrategia del buen samaritano es otra manera de despojar a los dueños de su medio de transporte. Generalmente se trata de otros motoristas, quienes fingen tener problemas mecánicos y piden apoyo a su víctima. Esta suele percatarse de la trampa cuando el delincuente le roba el vehículo.