En una conferencia de prensa realizada el miércoles, las autoridades de salud explicaron que el Acuerdo Ministerial 300-2020, que establece normas para el retorno a clases; solo es una guía para la seguridad de los alumnos y no representa obligatoriedad para la apertura de centros educativos.
Esto para aclarar su función y recordar que la decisión de comenzar a aplicar un sistema híbrido recae en el sistema educativo y este debe ser consensuado con las autoridades de cada centro educativo, así como con los padres de familia.
No estamos recomendando que los municipios en rojo abran sus escuelas todavía, estamos recomendando que la modalidad híbrida comience cuando el municipio se mueva a alerta naranja pero si una escuela o dirección departamental o colegio decide que no quiere poner en riesgo a nadie puede mantenerse cerrada y continuar con la educación a distancia. Esto solo da la guía de que si usted abre y retorna, cómo debe estar estructurado para que sea seguro para los niños”.
Efectos del COVID-19 en la educación
Las autoridades de salud también presentaron un balance de los aspectos positivos versus los negativos que se deben tomar en cuenta para tomar la decisión de adoptar el sistema híbrido.
Entre los aspectos positivos se habla de la eficacia de que los menores contagien la enfermedad, que muchos padres de familia son jóvenes y que ya se tiene conocimiento de la enfermedad.
En el caso de los negativos se habla de problemas como la deserción escolar y los estudios que se han hecho sobre el impacto de la pandemia en los escolares, como los efectos en el psicodesarrollo en los niños.
Así mismo hay incremento en la deserción que llega al 15% y en las competencias en matemática que se estima en 30% sino más.
“Hay cálculos que si los niños no regresan a clases van a tener un impacto en su salario de por vida”.
En núcleos familiares fuertes y con cuidados se puede asegurar el retorno a clases de manera correcta y por eso muchos países se están integrando al retorno a clases porque es importante.