En total 327 migrantes, entre ellos, 120 niños, originarios de El Salvador, Honduras y principalmente de Guatemala, fueron rescatados por agentes federales del Instituto Nacional de Migración, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, Policía Municipal, Fuerza Civil y Guardia Nacional.
Todos los extranjeros permanecían hacinados en una casa de seguridad en el municipio de Cadereyta, Nuevo León. Tenían varios días sin comida, sin agua y estaban en condiciones insalubres.
Este lugar fue localizado luego de una investigación de una muerte en un hospital de un bebé de 18 meses de edad, y que era visitado por extranjeros, esto llevó a la policía a ubicar la bodega.
Las autoridades brindaron apoyo, alimentación, asistencia prehospitalaria. Posteriormente fueron entregados a autoridades migratorias para solventar su situación en territorio mexicano.
Segundo rescate
Este mismo miércoles 1 de septiembre, el Condado de Webb situado en Estado de Texas en Estados Unidos, una llamada a la oficina del Sheriff del condado de Webb, permitió el rescate de 64 migrantes de Guatemala y México, que se encontraban asustados y recuperándose, luego pasar varias horas hacinados dentro de un camión que prendía en llamas.
Ellos eran trasladados en un remolque, que por causas que se desconocen se estaba quemando en la autopista 59, al suroeste de Laredo, Texas. Se desconoce que pudo haber provocado el siniestro que consumió casi por completo el vehículo.
A pesar que estaban escondidos entre la maleza, los migrantes fueron localizados y serán puestos a la orden de las autoridades migratorias para garantizar un retorno seguro a su país de origen.
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