El paso del huracán “Oti” causó estragos en Acapulco, el balneario quedó devastado y aislado del resto de México, “Otis” provocó destrucción masiva en hoteles, centros comerciales y vías públicas.
El huracán impactó particularmente a los turistas y visitantes de este famosos balneario en la costa del Pacífico de México, con una ocupación hotelera del 50%. En Acapulco, había una convención de minería y varias personas se quedaron atrapadas. Las primeras imágenes mostraron hoteles de lujo y plazas comerciales reducidos a sus estructuras de concreto, y comenzaban a multiplicarse escenas de rapiñas.

“Otis” tocó tierra pasada la medianoche local como un huracán categoría 5 (la máxima en la escala de vientos Saffir-Simpson). Al menos 27 personas murieron en el puerto de Acapulco. Otis, que se transformó en cuestión de horas en un huracán mayor y potencialmente catastrófico, según autoridades meteorológicas, sorprendió al gobierno y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

El presidente partió hacia el puerto por carretera la tarde de este miércoles. Su viaje se retrasó por deslaves y afectaciones en carreteras, pero arribo antes del anochecer, reportó el gobierno del estado de Guerrero, al que pertenece Acapulco.

En zonas cercanas a la costa de Guerrero se localizan además numerosas comunidades consideradas de alto riesgo ante desastres por su precariedad y por estar enclavadas en montañas. Por sus amplias líneas costeras en el Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables al embate de huracanes, con al menos una decena de fenómenos climatológicos al año. En septiembre de 2013 se registró un fenómeno inédito en las costas mexicanas. De manera simultánea, la tormenta tropical Manuel entró por el Pacífico y el huracán Ingrid por el Golfo de México. El saldo fue de 157 muertos, la mayoría en Guerrero.