El estancamiento en la construcción de infraestructura carcelaria ha contribuido al hacinamiento en las prisiones, el cual ronda ya el 374 por ciento, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
De acuerdo con un informe de esa entidad, aunque en el país hay 21 penales, solo cinco fueron pensados para cumplir condena.
Además, se estimó que estos podrían recluir un máximo de 6 mil 812 personas, pero actualmente hay 25 mil 447 privados de libertad, lo cual implica que hay un déficit de 18 mil 640 espacios.
Corinne Dedik, analista del CIEN, manifestó que los cinco años recientes el Gobierno solo creó 130 nuevos espacios para la atención de reos, específicamente en las bases militares Mariscal Zavala y Matamoros.
Tal cifra contrasta con las acciones implementadas en otros países de la región, los cuales no solo han construido más centros de detención, sino han puesto en marcha medidas que van desde la agilización de procesos penales hasta el uso del control telemático, como medidas para aliviar el hacinamiento.
“Resalta el caso de El Salvador, con la edificación de casi 20 mil espacios penitenciarios y 5 mil 600 en construcción”, expresó Dedik, y añadió que Panamá y Honduras le han apostado a megacárceles.
La experta habló también sobre las implicaciones dela sobrepoblación en las prisiones y cuánto impacta a la sociedad en general, pues, según dijo, el tema no solo afecta a los reos.
En esa materia, resaltó que al tener gran cantidad de personas privadas de libertad, se limita el control del Sistema Penitenciario, lo cual provoca, entre otros aspectos, la coordinación de delitos desde el interior de los penales contra la población.
“Si queremos mejorar la seguridad, necesitamos fortalecer la infraestructura penitenciaria”, recomendó.
Dijo, además, que se precisa de un plan en la materia, de tal forma que se establezcan acciones a mediano y largo plazo.