Brasil y China urgieron a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos climáticos, durante una visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a su homólogo chino Xi Jinping en Pekín destinada a reforzar los lazos económicos y diplomáticos.
El dirigente brasileño viajó a China para impulsar los lazos económicos con el principal socio comercial de Brasil y afirmar que su país “está de regreso” a la escena internacional, después de los cuatro años de mandato (2019-2022) del ultraderechista Jair Bolsonaro, caracterizados por cierto repliegue de la principal economía latinoamericana.
¿Por qué usar el dólar?
Durante su visita, Lula cuestionó el uso del dólar como moneda global, vertió críticas contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se reunió con representantes de la compañía tecnológica china Huawei el jueves en Shanghái, antes de celebrar una cumbre con Xi este viernes.
Comunicado conjunto
El comunicado conjunto divulgado después del encuentro apuntó directamente hacia Estados Unidos, Europa y otros países desarrollados que no cumplieron con los compromisos alcanzados durante las negociaciones de la ONU sobre el clima de 2009, en Copenhague.
“Urgimos a los países desarrollados a honrar sus obligaciones no cumplidas de financiamiento climático y a comprometerse con su nueva meta colectiva, que va mucho más allá de USD 100 mil millones por año”, señala el documento.
Promesa
Los países desarrollados prometieron en 2009 que a partir de 2020 desembolsarían 100 mil millones de dólares anuales para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático, a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y a emprender la transición energética.
Y ese monto de 100 mil millones de dólares, que no ha sido completado, debe ser aumentado en principio a partir de 2025.