La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advirtió sobre una crisis alimentaria que enfrentarán los países de América Latina y el Caribe; derivado del encarecimiento de alimentos e insumos agrícolas.
Julio A. Berdegué, Subdirector General de FAO para America Latina y el Caribe, indicó que la proyección surge del análisis de datos que se recopilaron de 24 países de esta región; los cuales revelan que 17 de los 24 tienen tasas de inflación de los alimentos de 10% o más en los últimos doce meses.
Esto amenaza en primer lugar el bolsillo de los consumidores, su capacidad de adquirir comida. Para millones de ellos, 267 millones de personas en nuestra región, que ya vivían antes de esta crisis en condición de inseguridad alimentaria y nutricional, este aumento es un golpe brutal”, afirmó.
Se prevé que el costo mundial de las importaciones de alimentos aumentará en 51 mil millones de dólares en los Estados Unidos con respecto a 2021, de los cuales 49 mil millones de dólares se reflejarán en precios más elevados en productos que importan los países.
Más del 22% de guatemaltecos no podrá adquirir la canasta básica este año
Por aparte, el equipo de comunicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), compartió un análisis solicitado para Guatemala, respecto a este tipo de impacto.
El estudio señala que debido a que Guatemala importa más de la mitad de los cereales y el total de los fertilizantes consumidos; existe una situación de vulnerabilidad frente al alza de precios internacionales de esos dos rubros.
De esa cuenta señala que la inflación de alimentos ha sido más alta que la inflación total en el último año y que el número de personas en situación de pobreza extrema sigue aumentando desde 2020.
En ese sentido, CEPAL estima que más del 22% de la población del país no tendrá ingresos suficientes para pagar por la canasta básica de alimentos en 2022, es decir, más que el 18% que se registró en el 2020, el año más duro de la pandemia.
Con información de Daniel Collín**