Si usted viaja a lugares de calor, seguramente se le antoja un ceviche, una mojarra u otros mariscos, saber manipular estos alimentos es vital para evitar algún tipo de intoxicación alimentaria.
Durante esta época aumenta la demanda de alimentos con mariscos, sin embargo estos pueden contaminarse fácilmente y provocar algún tipo de intoxicación.
Si usted adquiere los mariscos en los mercados, tome en cuenta esta información.
En primer lugar debe observar que donde se encuentran los mariscos, si es en el mercado, por lo menos estén en una superficie con hielo para que el marisco aún se mantenga frío. Si es pescado, usted tiene que ver que las agallas estén rosadas, ya que si presentan un color café o muy oscuras significa que ya está en mal estado, incluso la escama del pescado no debe desprenderse tan facilmente. Dra. Blanca Morales / Ministerio de Salud
Si se compran los mariscos ya preparados es más difícil evidenciar una posible contaminación.
Es importante que usted huela sus alimentos y los observe, al igual que las verduras, especialmente el tomate, debe ser fresco. De igual forma si al probar los alimentos no tienen un sabor agradables es preferible no consumirlos por prevención. Dra. Blanca Morales / Ministerio de Salud
Los mariscos pueden entrar en estado de descomposición en una hora si no están refrigerados y están expuestos a temperaturas altas.
El pescado debe tener un olor fresco y suave; no debe tener olor malo, agrio ni parecido al amoníaco.
Los ojos del pescado deben ser claros y sobresalir un poco.
La carne del pescado entero y los filetes deben ser brillantes y tener agallas de color rojo brillante, sin sustancia lechosa.
La carne debe volver a su lugar luego de presionarla.
Los filetes de pescado no deben presentar una decoloración, un oscurecimiento ni un resecamiento en los bordes.
La carne de los camarones debe ser translúcida y brillante, con poco o sin olor.
Algunos pescados y mariscos refrigerados pueden tener indicadores de tiempo y temperatura en el envase, que muestran si el producto se almacenó a la temperatura apropiada. Fíjate siempre en esos indicadores (si los hay); y compra los pescados y mariscos solamente si el indicador muestra que el producto es seguro para el consumo.
También se contaminan si entran en contacto directo con el ambiente, ya sea por humo o por residuos que se transportan en el aire.