Poco antes del partido en el que el Atlético de Madrid se juega su última bala de la temporada, los jugadores asistieron a una parrillada en el complejo deportivo del club.
Se juntaron después de un entrenamiento, a fin de relajarse y compartir una comida cerca de un campo de fútbol en las afueras de Madrid.
Era hora de unir al grupo y afianzar la camaradería antes del encuentro que podría ser el más importante de la temporada.
El Atlético visita el sábado al Barcelona, tratando de mantener vivas sus esperanzas de ganar el título de la Liga española, en la que hasta ahora ha sido una temporada decepcionante.
De ganar en el Camp Nou, el Atlético reduciría a cinco puntos la ventaja que le lleva el Barça y prolongaría la pelea por el título.
“Mientras haya opciones hay que ser ambiciosos y fijarnos metas altas. Vamos a intentar ponerles las cosas difíciles”,
dijo el volante colchonero Rodrigo.
Los azulgranas vienen de ceder puntos en la última fecha, al igualar 4-4 ante el Villarreal, y además afrontan el desafío de jugar contra el Manchester United en los cuartos de final de la Liga de Campeones, justo después del duelo contra el Atlético.
El Atlético, por su parte, solo aspira al torneo doméstico. Viene lleno de impulso, pero estará jugando en una cancha donde no le ha ido bien desde hace tiempo.
Son 13 años de desfavorables resultados en Camp Nou. No ha derrotado al Barcelona allí en 18 partidos desde 2006. En la Liga, el Atlético no le ha ganado al Barcelona desde que se impuso en casa en 2010, una racha de 17 enfrentamientos seguidos en distintos escenarios.