Un repentino anuncio de la Casa Blanca de que desplegará un portaviones y un escuadrón de bombarderos en el Golfo Pérsico para contrarrestar a Irán se produjo pocos días antes del aniversario de la decisión de Trump de retirar a EE.UU. de un acuerdo nuclear con Teherán.
La prensa iraní dijo que el presidente, Hassan Rouhani, planea un discurso el miércoles, cuando se cumple el aniversario, para hablar de los pasos que tomará Teherán para confrontar a Estados Unidos. Funcionarios de la república islámica advirtieron con anterioridad que Irán podría aumentar su enriquecimiento de uranio, lo que potencialmente podría desviarlo de un acuerdo que ha buscado rescatar desde hace varios meses.
Las fuerzas militares norteamericanas casi siempre han tenido un portaviones en el Golfo Pérsico como parte de su amplia presencia militar en la región estratégica, pero habían comenzado a reducir su presencia a medida que la campaña aérea contra el grupo Estado Islámico en Irak y Siria se ha ido reduciendo.
Según una declaración el domingo por la noche hecha por el asesor de seguridad nacional John Bolton, el portaviones Abraham Lincoln, otros barcos de su grupo de ataque y un escuadrón de bombarderos se desplegarán en Medio Oriente. Bolton culpó de la decisión a “una serie de indicios y advertencias preocupantes y escalofriantes”, sin entrar en detalles.
En Irán, la agencia de noticias semioficial ISNA citó el lunes a un funcionario anónimo diciendo que el presidente Rouhani planea dar un discurso el miércoles, en el que podría hablar de las “contramedidas” que Teherán tomará por la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear.
Dijo que los funcionarios iraníes han informado a sus homólogos europeos _con quienes Irán ha estado tratando de salvar el acuerdo_ del discurso previsto.
El organismo de control nuclear de Naciones Unidas dice que Irán ha estado cumpliendo con los términos del acuerdo nuclear de 2015, que limitó su enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
Sin embargo, las sanciones estadounidenses han causado estragos en la ya anémica economía de Irán, mientras que la ayuda prometida por los socios europeos del acuerdo no ha aliviado suficientemente las carencias.