El Presidente de la República Bernardo Arévalo participó de una misa en Catedral Metropolitana en memoria del exembajador Francisco Villagrán de León, diplomático guatemalteco que murió el pasado 18 de mayo.
En la eucaristía se pudo observar la presencia de varios de sus ministros de Estado, así como de otras personalidades importantes como el embajador de Estados Unidos Tobin Bradley.
Los presentes honraron de esta manera la memoria del exembajador, amigo personal de Arévalo, quien el día de su deceso dijo que el país perdía a uno de los más brillantes diplomáticos de la historia, y en su caso personal a un gran consejero.



Francisco Villagrán de León, legado
Francisco Villagrán de León contaba con una vasta y distinguida carrera en el servicio exterior guatemalteco, acumulando más de 30 años de experiencia. Fue embajador de Guatemala ante las Naciones Unidas en Nueva York y en la sede en Ginebra. Además, encabezó misiones diplomáticas en la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como en Canadá, Noruega y Alemania. Su rol como viceministro de Relaciones Exteriores en 1986 y su trabajo en el Instituto de la Paz de Estados Unidos y la Fundación Nacional para la Democracia, demuestran su compromiso inquebrantable con la diplomacia y la democracia.
Recientemente fungía como asesor presidencial de Bernardo Arévalo.
El legado de Villagrán de León es inmenso. Su labor no solo fortaleció las relaciones de Guatemala con otros países y organismos internacionales, sino que también inspiró a futuras generaciones de diplomáticos.