De pronto anotar se ha vuelto un problema para los prolíficos delanteros del Barcelona.
Y la sequía se ha producido en un mal momento, cuando el equipo se encuentro en la parte decisiva de la temporada.
Luis Suárez pasa por un bajón, Ousmane Dembélé no ha logrado convencer de que debe ser titular e incluso Lionel Messi ha tenido problemas últimamente.
El Barcelona ha anotado solo dos veces en los últimos cuatro partidos que ha jugado en todas las competencias. Ha ganado solo uno de sus últimos cinco encuentros, sin anotar en dos de sus últimos tres partidos.
“Lo hemos intentado de todas las maneras posibles. El fútbol es una cuestión de juego y acierto. Hemos tenido juego, pero no acierto”, dijo el entrenador del Barcelona Ernesto Valverde tras el empate 0-0 ante el Lyon en la Liga de Campeones el martes.
Antes de perder las coordenadas con el gol, el Barcelona había ganado cinco de seis partidos en todas las competencias, superando a sus rivales por 17-4.
Messi anotó solo una vez en sus últimos cuatro partidos desde que se recuperó de una lesión en el muslo derecho. Ese solitario tanto fue al convertir de penal en el encuentro de la Liga española contra el Valladolid, el pasado fin de semana y terminó 1-0. Messi falló otro tiro desde los doce pasos en ese partido.
El astro argentino había anotado en nueve partidos consecutivos antes de lesionarse en el encuentro de liga contra el Valencia, que terminó 2-2.
Dembélé ha jugado mejor últimamente, como titular en dos partidos consecutivos, pero solo ha anotado tres goles en sus últimos ocho partidos.
Pero la mayor preocupación es Suárez, quien solo ha inflado las redes dos veces en sus últimos 10 partidos.
El artillero uruguayo ha cometido unos errores inusuales frente al arco, con malas decisiones con el balón y desperdiciando ocasiones que no suele dejar pasar. Esto ocurrió unas cuantas veces durante el partido contra el Lyon en la Champions, y también en encuentros previos.