Desde que Gran Bretaña empezó a coquetear con la idea de salirse de la Unión Europea, Melvin Burton se ha estado preparando para tiempos agitados.
Cultiva verduras, seca frutas y compra cosas en cantidad. Tiene abundantes productos enlatados debajo de las escaleras de su casa. “Salsa de tomate, tomates picados, carne encurtida, atún, miel, frijoles, latas de jamón. Y comida para gato, desde ya, porque no quiero que pase hambre”.
“Empecé a comprar cosas hace un año y medio más o menos”, dijo este hombre de 45 años que vive con su esposa y su hijo de ocho años en una localidad cerca de Cambridge, al este de Inglaterra. “Nadie parece querer aceptar que vamos a tener problemas serios”.
Mucha gente opina que los problemas ya empezaron.
La partida de Gran Bretaña de la UE está programada para fin de mes, el 29 de marzo, pero los términos del divorcio todavía no han sido acordados. El Parlamento británico rechazó un acuerdo entre la UE y Gran Bretaña y los parlamentarios optarán a mediados de mes entre tres opciones: irse de la UE sin un acuerdo, irse con uno o postergar la salida.
Irse sin un acuerdo implicaría que, de la noche a la mañana habría tarifas, controles aduaneros y otras barreras, y podría generar un caos en los puertos británicos.
Las autoridades y empresas británicas se han estado preparando para posibles alteraciones en el comercio, almacenando de todo, desde helados y galletitas de chocolate hasta medicinas y bolsas para cadáveres. Pero el gobierno de todos modos advirtió esta semana que la población y el empresariado no están preparados para las consecuencias de una partida sin un acuerdo.
Gran Bretaña importa casi dos tercios de sus alimentos de la UE, a veces más.
Los gerentes de los supermercados dicen que han agotado su capacidad de almacenamiento de productos y que, “incluso si tuviésemos más espacio, es imposible almacenar productos frescos, como ensaladas y frutas”.
El gobierno advierte que habrá severas alteraciones en el tráfico de cargamentos a través del Canal de la Mancha y una “disponibilidad y selección de productos limitada”, sobre todo vegetales y frutas frescas, si Gran Bretaña se sale de la UE el 29 de marzo sin un pacto. “Existe el peligro de que el comportamiento del consumidor agrave las cosas y genere escasez”.