Un informe, publicado por la Brookings Institution.pone como ejemplo a Estados Unidos y dice que unos 36 millones de puestos de trabajo están “muy expuestos” a la automatización. Agrega que el 70% de sus funciones pueden ser desempeñadas por máquinas que usan la tecnología ya existente. Entre los oficios que pueden ser más afectados figuran los cocineros, meseros y otro personal de los restaurantes; los camioneros que hacen viajes cortos y muchos empleados administrativos.
“La población va a tener que adquirir nuevas aptitudes o cambiar de ramo, y rápido”, expresó Mark Muro, uno de los autores del informe.
Muro dijo que estos cambios pueden ocurrir “en unos pocos años o tal vez en dos décadas”. Pero es probable que la automatización se apresure durante el próximo ciclo de desaceleración económica. En esos períodos las empresas apelan a cualquier recurso a su alcance para reducir costos, incluidos el despido de personal y la incorporación de más máquinas.
Algunos estudios indican que la recuperación que se produjo después de la crisis del 2008 no generó tantos empleos precisamente por la automatización.

Los nuevos avances en la inteligencia artificial harán que no solo las fábricas y los depósitos sean afectados. También proliferarán los kioskos sin personal y se automatizarán las recepciones de los hoteles.
Los cambios se sentirán con más fuerza en las ciudades pequeñas, de acuerdo con el informe. Y afectarán mayormente a los jóvenes, que desempeñan el grueso de las funciones que pueden ser automatizadas.
Algunas cadenas de restaurantes ya automatizaron las órdenes de comida o experimentan con la automatización de tareas de la cocina.
Google está experimentando con el uso de dispositivos que responden a la voz humana en las recepciones de los hoteles y que pueden interpretar sin demoras conversaciones en decenas de idiomas. Vehículos autónomos pueden reemplazar a camioneros y choferes en viajes cortos. Walmart y otras cadenas de tiendas se preparan para cobrar sin cajeros, usando sensores o cámaras con tecnología de reconocimiento facial.
“Los restaurantes podrán manejarse con mucho menos personal”, pronosticó Muro. “Y los hoteles no necesitarán cinco personas en la recepción. Bastará solo una como reaseguro, ya que la gente resolverá todos sus problemas por sí misma, incluido el registro inicial y la partida”.