Preocupación por el aumento de la temperatura, nivel del mar, ciclones tropicales destructivos y sequías prolongadas. “El circulo vicioso” del cambio climático se agrava en América Latina y el Caribe, esto según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Ahora el fenómeno del niño asociado al calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano, provocará temperaturas más altas y fenómenos meteorológicos extremos según un informe publicado por la OMM.
Estos son algunos crecientes impactos del cambio climático sobre la región:
Aumento de la temperatura
Entre 1991 y 2022 la temperatura aumentó un promedio de 2°C por década, siendo mayor el registró en México y el Caribe, “la tasa más alta de la que se tiene constancia” en la región.
Subida del nivel del mar
El mar continúa subiendo a un ritmo mayor en el Atlántico Sur y el Atlántico Norte subtropical con respecto al promedio mundial, lo que contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas y aumenta el riesgo de inundaciones costeras.
Ciclones tropicales
Debido al cambio climático, estos fenómenos atmosféricos se tornan más fuertes y destructivos. En 2022, los huracanes Fiona, Lisa e Ian causaron daños graves en América Central y el Caribe.
Las crecidas y deslizamientos de tierra
Durante 2022, intensas lluvias causaron cientos de víctimas mortales y pérdidas económicas por valor de miles de millones de dólares.
Sequías prolongadas
Situaciones de intensa sequía afectaron importantes sectores económicos como la agricultura y el abastecimiento de agua a la población, y en amplias zonas de América del Sur causaron un descenso en la producción hidroeléctrica, lo que provocó un fuerte aumento de la demanda de combustibles fósiles.
Olas de calor e incendios forestales
Durante los meses de enero, noviembre y diciembre de 2022, la región meridional de América del Sur sufrió olas de calor largas e intensas. El calor extremo combinado con la sequedad de los suelos provocó periodos de incendios forestales sin precedentes. Según la OMM, muchos de los fenómenos extremos estuvieron influidos por el episodio de larga duración de “La Niña” pero también son el resultado de un clima modificado por las actividades humanas.
El Niño de 2018-2019 dio lugar a un episodio especialmente largo de casi tres años de La Niña, que causa los efectos contrarios, entre ellos una bajada de las temperaturas.