El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó a su sucesor, Lenín Moreno, de ocasionar la “crisis moral” que padece el país sudamericano, luego de que el actual mandatario decretara un Estado de excepción para intentar contener las protestas ciudadanas contra el duro paquete de medidas económicas aplicado por su Administración.
“Esto demuestra la crisis moral que vive la Patria, por culpa del peor Gobierno en la historia. Ecuador tiene mecanismos constitucionales para superar tanta conmoción: artículos 130,2 y 148. ¡Que se vayan todos! Llamen a elecciones. Recuperemos la paz”, señaló Correa a través de su cuenta de Twitter.
El artículo 130 de la Carta Magna, aludido por Correa, permite cesar al presidente en caso de “grave crisis política y conmoción interna”, lo que obligaría a convocar elecciones.
El artículo 148 otorga facultades presidenciales para disolver el Parlamento y convocar comicios anticipados por la misma razón.
“A Moreno, más aún por su traición, le quedó inmenso el traje de presidente”, dijo Correa en otro tuit.
El exmandatario, quien vive exiliado en Bélgica luego de que el Gobierno de Moreno abriera un proceso judicial en su contra, también criticó la manera en que Guillermo Lasso, ex candidato perdedor en dos ocaciones a la presidencia de la República, salió “en defensa” del actual Jefe de Estado y de las medidas económicas, que implican un importante incremento al precio de los combustibles.
El expresidente Correa también arremetió contra los medios ecuatorianos, a los que acusó de proteger a Moreno. “El país renacerá. Recuperaremos la patria, pero nunca olviden a todos los que nos llevaron a esta situación tan desastrosa, empezando por la prensa”, acusó.
Ecuador registró enfrentamientos en las calles luego de un duro paquete de medidas económicas y una reforma, que plantean acciones como la eliminación de los subsidios al consumo de combustible y la liberalización de precios, lo cual forma parte de los ajustes exigidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Moreno fue vicepresidente de Correa durante la mayor parte de su administración al frente de Ecuador. Sin embargo, ambos rompieron relaciones y se convirtieron en enemigos políticos una vez que el actual mandatario acusara a su antecesor de diversos actos de corrupción.