Awad Mohammed Ibn Ouf dio el mensaje a través de la televisión estatal, vestido con uniforme militar. Dijo que después de dos años se llevarán a cabo “elecciones libres y justas”.
Agregó que los siguientes tres meses permanecerá declarado un estado de emergencia y que el ejército también suspendió la Constitución, cerró fronteras y el espacio aéreo.
Ouf también dijo que el gobierno y la presidencia quedaron disueltos, además de imponer un toque de queda nocturno.
Antes del anuncio, miles de sudaneses marcharon hacia el centro de la capital del país, entre canciones y bailes, después de que, según dos fuentes de alto nivel, el ejército forzara la renuncia de Al-Bashir, tras 30 años en el poder.
Las noticias sobre la destitución de Al-Bashir llegan apenas una semana después de que el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, renunciara al poder después de 20 años en respuesta a manifestaciones similares. Las protestas masivas mostraban grandes semejanzas con los alzamientos populares registradas en 2011 en varios países árabes y que derrocaron a líderes en Túnez, Libia, Egipto y Yemen.
Las protestas comenzaron el pasado diciembre con marchas contra la crisis económica, pero no tardaron en ampliarse para incluir peticiones de que se pusiera fin al gobierno de Al-Bashir. Ganaron inercia la semana pasada tras la renuncia de Buteflika.
Al-Bashir, es buscado por la Corte Penal Internacional por las atrocidades cometidas en Darfur.