Al menos 138 deportados desde Estados Unidos han sido asesinados en El Salvador durante los últimos 11 años. Así lo indica el informe de Human Rights Watch presentado este miércoles donde destacan, además, otros 70 casos de agresión sexual u otras formas de violencia relacionados con ciudadanos devueltos a su país tras haber alcanzado El Sueño Americano.
La mayoría de las muertes, según el documento, se produjo a menos de un año de haber pisado nuevamente la nación centroamericana, algunas incluso a los pocos días.
Entre 2012 y 2017, la cifra de salvadoreños solicitantes de asilo en EEUU creció en 1000%, pero solo un 18% obtuvo el beneficio.
Este informe es un vergonzoso recordatorio de la política xenofóbica del gobierno de Trump de negar protección significativa a las familias vulnerables que huyen de una muerte segura en sus países, dijo el senador demócrata Bob Menendez en un comunicado.
Alison Leal Parker, Directora de Human Rights Watch en Estados Unidos y otros críticos apuntan que este reporte, y las labores previas de documentar la violencia contra los salvadoreños que esperan la resolución de sus casos en localidades fronterizas mexicanas, muestren los riesgos de la política migratoria estadounidense.
“Nuestra preocupación es que muchas de estas personas se enfrentan a una sentencia de muerte.”