En Australia, un grupo de científicos ha desarrollado unas células solares semitransparentes que se pueden incorporar al vidrio de las ventanas de las edificaciones, un adelanto que podría revolucionar la arquitectura, la planificación urbana y la generación de electricidad.
En un comunicado divulgado el 21 de abril, el Centro australiano de Excelencia ARC en Ciencia del Exciton asegura que logró producir células solares de perovskita de próxima generación que producen energía eléctrica y permiten el paso de la luz. También destaca que esta nueva tecnología puede transformar las ventanas en auténticos generadores de electricidad.
Según los autores de este estudio, que se publicará en la edición de mayo de la revista Nano Energy, 2 metros cuadrados de una ventana compuesta por dichas células generan casi la misma cantidad de electricidad que un panel solar estándar instalado en la azotea de una casa. La idea de las células solares semitransparentes no es nueva, pero los diseños anteriores “fallaron porque eran muy caros, inestables o ineficientes”.
¿Un sueño que se hace realidad?
Los investigadores australianos adoptaron un enfoque diferente, eligiendo un semiconductor orgánico que se puede convertir en un polímero y lo usaron para reemplazar al Spiro-OMeTAD, un componente común en las células solares que muestra una estabilidad muy baja. Ese reemplazo mostró resultados “sorprendentes”.
“La energía solar en la azotea tiene una eficiencia de conversión de entre 15 y 20 %”, mientras que las células solares semitransparentes “tienen una eficiencia de conversión del 17 %, y al mismo tiempo dejan pasar más del 10 % de la luz entrante”, explicó el profesor Jacek Jasieniak de la Universidad de Monash (Australia), quien dirigió el estudio. “Durante mucho tiempo ha sido un sueño tener ventanas que generen electricidad, y ahora eso parece posible”, añadió.
Dichas celdas representan “un gran cambio” en el concepto tradicional de las edificaciones y su funcionamiento, que en la actualidad son diseñadas asumiendo que las ventanas son pasivas, pero con esta nueva tecnología las ventanas producirían activamente electricidad.
“Los planificadores y diseñadores tendrían incluso que reconsiderar cómo posicionan los edificios en los terrenos para optimizar la forma en cómo las paredes captan los rayos solares”, señaló Jasieniak.
Ahora, los científicos pretenden introducir esa nueva tecnología en el proceso de fabricación de vidrios a gran escala. En cuanto a cuándo saldrían al mercado esas células solares semitransparentes, “eso dependerá de cuán exitoso sea el escalado de la tecnología, pero nuestro objetivo es llegar allí dentro de 10 años”, finalizó el profesor.