Un nuevo estudio, publicado en la revista European Heart Journal, señala que el vapeo podría dañar los vasos sanguíneos y tiene el potencial de inducir consecuencias adversas cardiovasculares, pulmonares y cerebrovasculares.
Cardiólogos examinaron los efectos en 20 fumadores sanos antes y 15 minutos después de vapear un cigarrillo electrónico. Un 65% de los voluntarios habían intentado dejar de fumar al menos una vez en el pasado, mientras que el 15% lo intentaron en cuatro ocasiones. La investigación encontró que un solo episodio de vapeo aumentó la frecuencia cardíaca y el estrés oxidativo vascular, cerebral y pulmonar.
Dado que el uso de los cigarrillos electrónicos está aumentando, particularmente entre los jóvenes, los autores de la investigación destacan que se requiere aplicar activamente las medidas que limiten el riesgo para la salud.
Uno de los autores del estudio, el profesor Thomas Munzel, del departamento de cardiología del Centro Médico de la Universidad de Maguncia (Alemania), argumenta que los países deberían considerar prohibir el vapeo. “No podemos permitir que toda una generación se vuelva adicta a la nicotina”, recalca Independent.