El paquete de 52 millones de dólares fue anunciado el martes por el director de la Agencia para el Desarrollo Internacional Mark Green tras una reunión con el enviado de Guaidó, Carlos Vecchio, a quien el gobierno de Trump reconoce como el embajador de Venezuela en Washington.
Estados Unidos usará fondos que le retiró a Honduras y Guatemala el año pasado por no hacer lo suficiente para contener el flujo de migrantes.
De este modo Estados Unidos aumenta su apoyo a Guaidó, que es reconocido como el presidente legítimo de Venezuela por más de 50 países, aunque no ha logrado un poder real en su país, abrumado por la hiperinflación y un derrumbe económico de tal magnitud que por momentos da la sensación de que se trata de una nación en guerra.
Un alto funcionario del gobierno estadounidense dijo que la ayuda incluye 19 millones de dólares para que las fuerzas de Guaidó dispongan de comunicaciones seguras, dinero para gastos de viaje, capacitación en la preparación de presupuestos y otras herramientas que las preparen para gobernar si logran desplazar a Maduro del poder. El funcionario habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a comentar detalles del paquete de ayuda.
El gobierno de Trump presupuestó nueve millones de dólares para el año fiscal de 2017 y 15 millones para el 2018, destinados a promover la prensa libre, monitorear los abusos a los derechos humanos y alentar iniciativas contra la corrupción, trabajo que llevan a cabo grupos de la sociedad civil que ahora podrán ampliar sus operaciones gracias a los fondos adicionales.
Un alzamiento apoyado por Estados Unidos de algunos elementos las fuerzas de seguridad no pudo quebrar la lealtad de los militares hacia Maduro. El líder socialista ha emprendido una ofensiva en tiempos recientes, anunciando un acuerdo con un pequeño grupo de partidos menores para reformar el consejo electoral y tomar otras medidas luego de que se empantanaron conversaciones con Guaidó auspiciadas por Noruega.
Desde las Naciones Unidas, Trump hizo el martes una dura crítica al gobierno venezolano y dijo que esperaba el día en que “Venezuela sea libre y que la libertad reine en todo este hemisferio”. Afirmó que el socialismo “arruina naciones” y “destruye sociedades”.
El mandatario estadounidense hizo sus comentarios un día después de que Estados Unidos y más de una docena de países latinoamericanos acordasen investigar y detener a aliados y funcionarios del gobierno de Maduro que se sospecha se dedican al tráfico de drogas, el lavado de dinero y terrorismo financiero.
Estos fondos se suman a los cientos de millones de dólares que Estados Unidos aporta para ayudar a paliar la crisis desatada por más de 4 millones de personas que se fueron de Venezuela para escaparle a la crisis y se instalaron en Colombia, Perú, Ecuador y otras naciones latinoamericanas.