El gobierno de Estados Unidos llevó a cabo una operación para monitorear a periodistas y activistas, entre otros, mientras investigaba la caravana de migrantes del año pasado desde México, reportó una televisora de San Diego el miércoles citando documentos filtrados.
Los informes, que incluían fotos de pasaportes o cuentas en redes sociales, fecha de nacimiento y otros detalles, se guardaron en una base de datos y algunos periodistas independientes tenían alertas sobre sus pasaportes y eran seleccionados para un segundo examen en las aduanas, dijo la cadena KNSD-TV.
A un fotoperiodista freelance se le negó la entrada a México por razones que nunca se declararon, agregó la televisora.
Los documentos, en forma de informes y capturas de pantalla, fueron entregados a NBC 7 Investigates por una fuente de Seguridad Nacional bajo condición de anonimato, según informó el medio. Entre los seleccionados para comprobaciones secundarias había 10 reporteros _ siete de ellos ciudadanos estadounidenses _, un abogado estadounidense y 47 personas de diversas nacionalidades clasificadas como organizadores, instigadores o “desconocido”, añadió.
La recopilación de la inteligencia se hizo bajo el paraguas de la “Operación Línea Segura”, que fue diseñada para monitorear la multitudinaria caravana que partió desde Centroamérica el año pasado con el objetivo de pedir asilo en Estados Unidos, contó la fuente a la televisora.
Un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) enviado a The Associated Press el miércoles explicó que el refuerzo de la seguridad se produjo tras una brecha en el muro fronterizo en San Diego el 25 de noviembre en una confrontación violenta entre miembros de la caravana y agentes. El choque provocó el cierre del cruce más concurrido del país durante cinco horas en el fin de semana de Acción de Gracias.