Las autoridades colombianas iniciaron una investigación por la muerte de Rafael Caro, un menor de 16 años que falleció luego de recibir un disparo en una base militar de La Lizama, en el departamento de Santander.
En conferencia de prensa, el fiscal General de Colombia, Fabio Espitia, adelantó que “no existió homicidio doloso” en el accionar militar.
“La Fiscalía constata lo que sucede con base en los dictámenes de balística y esto nos demuestra, fundamentalmente, que existió un disparo que no iba dirigido contra esta persona”, señaló Espitia, quien aseguró que “en principio, la hipótesis apuntaría a un homicidio culposo”.
Previamente, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció que la Justicia Penal Militar y la Fiscalía investigan el hecho.
Los hechos
El hecho se registró el pasado sábado 27 de julio. En algunos videos publicados en las redes sociales se observa a un grupo de jóvenes discutiendo con unos militares e incluso les arrojan piedras a los uniformados. Uno de los elementos castrenses hace un disparo al aire.
En otro video, publicado por el portal El Regional, se aprecia al joven en el piso, sangrando, mientras los uniformados pedían llamar a la Policía y a una ambulancia.
El Ejército Nacional, en un comunicado que envió a la prensa, tildó la acción de los muchachos como una “arremetida”, y denunció que un “integrante del grupo agresor” (en referencia a Caro) ingresó de “manera arbitraria” a la base militar.
“En hechos que son materia de investigación por parte de las autoridades competentes, en una reacción de las tropas a la agresión recibida, un uniformado acciona su arma de dotación ocasionando una herida al sujeto”, precisa el texto, aludiendo a Caro, quien falleció horas después en una unidad médica del sector.
Amenazas previas
Familiares del joven asesinado denunciaron que, a través de Facebook, militares del batallón donde ocurrió el incidente amenazaban constantemente a Caro con mensajes de texto y de voz, reseña Blu Radio.
“Él fue provocado, ellos lo provocaban, le mandaban mensaje a mi hermano que fuera para la base que lo iban a matar, él fue provocado”, dijo al medio su hermano Sergio Martínez. Por ello, los familiares consideran que la muerte de Caro fue planeada.
En declaraciones a RCN, el hermano señaló que el problema con los uniformados comenzó cuando Caro y unos amigos se negaron a someterse a una requisa por parte de los militares, el pasado 26 de julio.
“Desde ahí empezaron las represarías contra ellos. Al ver que ellos no accedieron, el suboficial alzó la mano y le pegó una cachetada a uno de los muchachos, pero como ellos estaban grabando, no hicieron nada”, manifestó.