La familia que vivía en la colonia Alta Vista, ubicada en el barrio San Martín al oriente de San Salvador, dejaron cientos de recuerdos que vienen a la memoria de familiares y amigos que los han compartido a diferentes medios internacionales que dan seguimiento a la noticia.
En su lugar de trabajo, el joven es recordado como “el más rápido para hacer pizzas”. Uno de sus compañeros cuenta una anécdota en la cual grabaron una competición en la que Óscar demostraría que era el mejor en su ramo.
Con tristeza, esta persona dice que su compañero le comentó sus intenciones de viajar para tener algo mejor para ofrecerle a su familia.
En su barrio, el joven salvadoreño se desempeñaba como cocinero en una pizzería, en donde ganaba US$300 dólares al mes, una cantidad insuficiente para darle el futuro que él quería a su familia.
Tania, su esposa quien trabajaba como cajera en un restaurante de comida china, había dejado su trabajo para cuidar de su hija.
“Siempre lo recordaré como un buen hijo”
Rosa Ramírez, madre de Óscar recuerda que su hijo les escribió un mensaje poco antes del día de la tragedia “te amo, cuídense estamos bien”. Rosa cuenta que al leer sintió deseos de llorar… “yo sentí que él se estaba despidiendo de mí”.
Entre sollozos, la mujer recuerda que su nieta Valeria llevaba a todas partes su juguete favorito… un monito de peluche de color corinto. La recuerda bailarina, alegre y encantadora “esta casa sin los llantos, los gritos, los ruidos de ella no va a ser lo mismo” dice consternada al recordar que el próximo 18 de julio cumpliría 2 años.
A Óscar y su bebé los unía un profundo amor “yo siempre lo vi como un buen padre… le hacía pacha, le cambiaba pañales a su bebé. Lo que él quería solamente era superarse y ayudarle a su familia nada más”, concluyó.
En una de tantas entrevistas, la madre de Óscar hizo un llamado a la reflexión a los centroamericanos, especialmente a los salvadoreños para no emprender ese viaje. “Yo sé que en este país es difícil por todo pero es más valiosa nuestra vida que irse a conseguir ese sueño que ellos dicen, pero como les repito al final se encuentra la muerte”.
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- La abuela de Valeria toma en sus manos los juguetes favoritos de la niña.