El organismo estima que existe entre un 75% y un 80% de posibilidades de su formación frente al 70% que reflejaba en su anterior informe. El último gran episodio de intensas lluvias e inundaciones en América del Sur y sequías en África y Asia se registró en 2015-2016 y afectó los patrones climáticos alrededor del mundo.
Se proyecta que sea en los próximos tres meses que el fenómeno impacte en el planeta, aunque sin mayor intensidad, según esta agencia de la ONU.