El expresidente salvadoreño Tony Saca solicitó el martes someterse a un proceso abreviado y admitir su responsabilidad en los cargos penales que se le imputan por haber sobornado a una empleada judicial.
Saca, de 54 años, que ya cumple una condena de 10 años en el penal La Esperanza, en la periferia de San Salvador, por el desvío de más de 300 millones de dólares de las arcas del Estado para favorecer a sus empresas y terceros, llegó a enfrentar la audiencia preliminar en un juzgado junto a otras 14 personas que supuestamente formaban parte de una red que se dedicaba a sobornar a empleados del sistema judicial a fin de obtener información de procesos y de esa forma favorecer a imputados.
El procedimiento abreviado es una figura procesal que consiste en la admisión de los hechos por parte del imputado, quien además otorga su consentimiento para poder prescindir de toda la formalidad del debate y dictarse sentencia de un modo simplificado.
La Fiscalía General acusa al expresidente por el delito de cohecho activo, que según el Código Penal ocurre cuando una persona ofrece o entrega a un funcionario o empleado público una dádiva o cualquier otra ventaja indebida para que ejecute un acto contrario a sus deberes oficiales o para que no realice o retarde un acto.
Saca está acusado de sobornar ha Ángela Avelar Salinas, empleada de la Cámara Primera de lo Civil, quien supuestamente filtraba información vinculada con un proceso civil en su contra por el delito de enriquecimiento ilícito. La pena de cárcel es de seis a diez años de prisión, pero al someterse al proceso abreviado y admitir su responsabilidad, el exmandatario podría ser beneficiado con una reducción del castigo.
La Jueza Nora Montoya separó el caso contra el expresidente de los otros y otorgó 48 horas al Ministerio Público para responder a la solicitud de proceso abreviado.