Con la llegada del Covid-19 a nuestras vidas, nuestro entorno se vio afectado y tuvimos que adaptarnos a nuevas costumbres, con ello algunos dejamos de hacer ejercicio y nos acomodamos al encierro obligatorio, por lo que el sedentarismo cobró auge.
Un estilo de vida sedentario no es más que el aumento de tiempo inactivo, es decir, con poca o nula actividad física. Pasar mayor tiempo sentados frente a la computadora o el celular, acostados viendo televisión o en videojuegos se volvió la constante, lo que incluso provocaba que los días se sintieran más largos de lo normal.
Por ello, expertos en la materia como de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) y el Viceministerio del Deporte y la Recreación motivan e impulsan constantemente a la población para que se mantenga activa en casa.
¿Cómo afecta la falta de ejercicio?
Si bien durante este tiempo de pandemia se promovieron las clases virtuales de ejercicios de distintos tipos y realizar deporte en casa, el nuevo estilo de vida promovió la aparición de enfermedades como estrés y ansiedad, que afectan el sistema inmunológico, padecimientos que la actividad física puede contrarrestar.
A lo anterior se agrega aumento de peso y problemas cardiovasculares, lo que infiere en riesgos para la salud como obesidad, infartos, diabetes, presión arterial y colesterol alto, osteoporosis e incluso algunos tipos de cáncer, por ello expertos en salud recomiendan comenzar a reactivarse desde sus hogares.
Comienza activarte
Si eres de las personas que cayeron en esa rutina o bien ya eras parte de las que no practicaban ejercicio, es tiempo de recobrar o adoptar hábitos saludables hasta y hacerlos costumbre. Lo primero es comenzar con rutinas de acondicionamiento breve y aumentar los tiempos y las intensidades paulatinamente, acorde a la edad y condición física, y el lugar donde se encuentre.
Caminata: Realiza un recorrido caminando o, si es posible, corriendo en el interior de la casa o en bien en el área de trabajo, si el espacio lo permite. Realizar rondas de un minuto aproximadamente, si es posible, agregar 15 segundos con elevación de las rodillas hacia el pecho. Es recomendable tomar un tiempo de descanso entre cada ronda.
Sentadillas: Estas también son una opción fácil para ejercitarse. Procurar separar las piernas, colocar los brazos extendidos frente al pecho y descender con las rodillas dirigidas en la misma dirección que la punta de los pies. Se sugieren 3 rondas de 10 sentadillas, con un lapso de descanso entre cada ronda.
Despechadas en la pared: Estas son una variante de las que usualmente se realizan en el suelo. Se deben apoyar las manos en la pared y separarse estirando los brazos, esta será la distancia en la cual deberán quedar nuestros pies, con el cuerpo erguido. Luego se realizan las flexiones, acercándose a la pared sin perder la rigidez en la espalda. A mayor distancia estén los pies de la pared, mayor será la intensidad. Al igual que las sentadillas se recomiendan 3 series de 10 flexiones y un lapso de descanso entre cada una.
Estas son solo unas sugerencias; sin embargo, existen más movimientos como despechadas, subir escalones o un banco o abdominales. Lo importante es encontrar el ejercicio que se adapte y mantenerse en movimiento, porque, aunque este sea mínimo, es mejor que no hacer nada, recomienda la CDAG.