Un día después de su inauguración, las autoridades del distrito español de Estepona, en Málaga, decidieron clausurar el tobogán urbano más largo del país, de 38 metros de extensión, debido a las heridas que sufrieron numerosas personas que se arrojaron por el mismo.
Pese a afirmar que la estructura que une dos calles con un importante desnivel estaba homologada y cumplía todas las medidas de seguridad, el Ayuntamiento debió cerrarlo el viernes 10 de mayo, mientras estudia nuevas medidas para evitar accidentes, publicaron medios locales.
Además, recordó que había colocado indicaciones sobre cómo se debía usar la rampa para evitar riesgos, como “las de prohibido deslizarse tumbado, obligatorio deslizarse sentado y con los brazos recogidos o no usar la instalación si está siendo usada por otra persona”. Tampoco podían tirarse menores de 12 años que no estuvieran acompañados por algún adulto, ni hacerlo con vehículos, bicicletas o patines, entre otras restricciones.
La estructura, que tiene una inclinación que oscila entre los 32 y los 34 grados, provocó lesiones a varios usuarios, que reportaron la situación en las redes sociales. En respuesta, las autoridades de Estepona señalaron que se trató de casos aislados, ya que más de mil personas utilizaron el tobogán “sin ninguna incidencia”.