A medida que aumentaron los precios de la energía en toda Europa, impulsados por la guerra rusa en Ucrania, España y Portugal aunaron esfuerzos meses atrás y pidieron al ejecutivo de la Unión Europea que los exima de aplicar las normas del mercado común europeo.
En vista de que ambos países consumen grandes cantidades de energía renovable y tienen escasas conexiones con la red eléctrica europea, la Comisión Europea ordenó que aplicaran un tope a los precios del gas utilizado en la generación de energía, en un promedio de 50 euros por megavatio /hora durante los próximos 12 meses.
La ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo que la medida protegerá a los consumidores y negocios en momentos en que la volatilidad de los precios de la energía impulsa la inflación a niveles récord en toda Europa.
“Por primera vez no pagan los mismos”, aseveró Ribera. “Las medidas que se adoptan tienen como finalidad fundamental reducir los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas para facilitar que el ajuste nos beneficie a todos”.
Dijo que el gobierno portugués aprobará las mismas medidas en las próximas horas.
El plan conjunto irá a la Comisión Europea para que dé el visto bueno, acotó Ribera. Añadió que entrará en vigencia en las próximas semanas.