Durante los últimos días en redes sociales se han viralizado varias historias de usuarios que reportan haber sido estafados, ya que sus cuentas bancarias y sus recursos fueron afectados.
Según la Superintendencia de Bancos, (SIB) del 1 de junio al 26 de diciembre de ha recibido el reporte de 321 casos, de los cuales se han reclamado Q7 millones 486 mil 784.30 y de esto, únicamente se ha recuperado Q1 millón 753 mil 411.84.
La entidad agregó que durante este 2023 las estafas realizadas a través de medios electrónicos ascienden a Q319.52 millones, hechos SIB y aseguró que ya están bajo investigación de la Fiscalía de Delitos Transnacionales del Ministerio Público y la Intendencia de Verificación Especial.
De los 321 casos en mención, 216 corresponden a inconformidades por parte de usuarios de la banca que han notificado el robo de dinero a través de sus bancas virtuales.
Saulo De León Durán, titular de la SIB, dijo que estos hechos son ejecutados por una red criminal transnacional contra los cuentahabientes de los bancos del sistema.
La SIB llama a mantener alerta sobre estos casos de estafa
Phishing: esta técnica de ingeniería social, es un proceso en el que los ciberdelincuentes, a través de engaño, obtienen información de los usuarios con el fin de estafarlos. La forma más común en la que los ciberdelincuentes logran que sus víctimas caigan en la trampa es enviando un mensaje de correo electrónico o un mensaje de texto suplantando la identidad, por ejemplo del banco en donde el cuentahabiente tiene depositado su dinero; el fin es robar dinero o datos desde la virtualidad.
Clonación de tarjetas y tipología carding: a través de la información de tarjetas de crédito o débito comprometida en la Dark y Deep Web, que luego es vendida para cometer fraudes (Dark Web es una porción de Internet dentro de la Deep web, que está oculta intencionalmente y que no es registrada por los motores de búsqueda. A diferencia de la Deep Web, el contenido de la Dark Web no es accesible a través de navegadores web convencionales).
SIM Swapping: ha cobrado relevancia a nivel local, que consiste en que previo a la obtención de información personal de los usuarios a través de engaño, los ciberdelincuentes mediante usurpación de identidad logran obtener el chip del teléfono móvil del usuario, para luego cometer la estafa en contra de este, tomando el control de su banca digital.
Robo de dispositivos electrónicos: en algunos casos los delincuentes cuentan con tecnología para identificar patrones de desbloqueo de los dispositivos. Una vez desbloqueado pueden adicionar su rostro o huellas, para luego realizar operaciones ilícitas en las bancas en línea o aplicaciones móviles.