Tras 17 años de ausencia, el exobispo chileno Francisco Cox regresó a su país desde Alemania para que enfrente judicialmente acusaciones de abusos sexuales, se informó el lunes a través de un comunicado del Movimiento Schoenstatt, al que Cox pertenece.
El exobispo de La Serena, de 85 años, llegó a Chile el domingo y de inmediato fue llevado a una residencia fuera de Santiago, donde un matrimonio atenderá los requerimientos de su diabetes. Además padece cáncer de próstata y demencia senil.
El superior local del Movimiento Schoenstatt, Fernando Baeza, precisó en el comunicado que colaborarán con la ley “y garantizaremos que Francisco José Cox comparezca ante la justicia cuando ésta lo requiera”.
Cox vivía desde 2002 en Vallendar, Alemania, donde fue llevado por su movimiento para que dedicara sus días a una vida de silencio, oración y penitencia, según esa agrupación germana.
El religioso renunció a su cargo en 1997 y pese a los rumores sobre su cercanía con jóvenes, no se presentó ninguna denuncia. El entonces arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz justificó a Cox diciendo que, “tenía una afectuosidad un tanto exuberante”.
Cox fue expulsado de la Iglesia Católica en octubre pasado. El mismo mes, un periodista de la televisión estatal chilena lo ubicó en Vallendar y lo entrevistó brevemente. Consultado por las denuncias de abusos en su contra, Cox respondió: “eso no es problema mío en estos momentos”.