La situación para los migrantes en México ha cambiado drásticamente desde que una caravana partió hace exactamente un año desde San Pedro Sula, Honduras. El grupo llegó a estar integrado por 7.000 migrantes que pasaron por Guatemala y México en su intento por llegar a Estados Unidos.
Desde el 14 de octubre del 2018, varias caravanas han pasado, hasta que los gobiernos centroaméricanos comenzaron a atender la Crisis Migratoria con Estados Unidos. Pero, los que no pudieron llegar al país del norte, se encuentran hacinados en México.
Migrantes insisten en llegar a EE.UU de forma ilegal
Cientos de migrantes provenientes de países de África, del Caribe y de Centroamérica se encontraban hacinados el domingo en un centro de detención del sur de México, luego de un nuevo intento fallido por dirigirse al norte como parte de una caravana que busca llegar a Estados Unidos.
El grupo partió el sábado 12 de octubre antes del amanecer de la localidad de Tapachula, donde muchos habían permanecido aislados durante meses mientras trataban de conseguir visas de tránsito sin tener éxito. Cargaban mochilas pesadas, bebés y paquetes sobre la cabeza.
Antes del anochecer, luego de caminar más de 32 kilómetros hacia el norte, se vieron rodeados por cientos de agentes de la Guardia Nacional y la policía, quienes los persuadieron para que subieran a unas camionetas que los llevaron de regreso a Tapachula. Los niños lloraban y las mujeres se quejaban de tener que esperar meses por los papeles. De momento no estaba claro si algunos serían deportados.
Crisis migratoria
Las medidas contra la caravana, destacaron el fuerte cambio en la política migratoria en México respecto al año pasado, cuando las autoridades se hacían de la vista gorda mientras grandes grupos de migrantes atravesaban el país con destino a Estados Unidos.
Sin embargo, ante la intensa presión de Washington, el gobierno mexicano ha tomado una postura más dura para tratar a los migrantes y muchos mexicanos son menos acogedores con ellos.
Salva Lacruz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova en Tapachula, dijo que la redada había sido una “cacería humana” y señaló que las autoridades esperaron hasta que los migrantes estuvieron cansados para forzarlos a subir a las camionetas.
Enviar a los migrantes de regreso al sur fue un “ejercicio de crueldad”, manifestó Lacruz y agregó que los migrantes han venido a México porque “necesitan protección internacional”.
El Instituto Nacional de Migración dijo en un comunicado emitido el sábado que cada miembro de la caravana “será atendido de manera personalizada y con quienes corresponda se dará inicio al procedimiento administrativo migratorio o en su caso se procederá al retorno asistido a sus países de origen”.
Los mexicanos los recibieron con frutas, tortillas y agua, mientras que los alcaldes hicieron espacio para que el grupo durmiera en plazas de sus localidades.
Antecendente
El paso de las caravanas por México desató la furia del presidente estadounidense Donald Trump, que amenazó con cerrar la frontera entre ambos países si el gobierno mexicano no detenía el flujo de migrantes.
La economía mexicana impulsada por las exportaciones depende en buena parte del comercio con Estados Unidos y el gobierno se ha vuelto menos hospitalario con los migrantes. Los residentes también han sido menos cálidos, mientras que los gobiernos de Centroamérica han aceptado trabajar para reducir el flujo de migrantes.
Redacción AP