La madrugada del uno de enero, mientras se celebraba la llegada del nuevo año, una bala perdida durante un tiroteo registrado en la colonia San Judas de La Ceiba, Atlántida, al norte de Honduras, hirió de muerte a un bebé de 7 meses y a un adolescente.
“No es fácil lo que le pasó al bebé, fue algo que nadie se lo esperaba, no tengo palabras”, expresó con tristeza Marvin Omar Ebanks Sevilla, padre del menor que llevaba el mismo nombre.
Según la información, sujetos armados atacaron a un grupo de personas en la calle frente a la vivienda de la familia, con tan mala suerte que una de las balas impactó al menor.
La tragedia también dejó heridas de gravedad en otro de los hijos de Ebanks, un menor de 14 años que se encuentra internado en el Hospital Catarino Rivas de San Pedro Sula, donde deberá ser intervenido quirúrgicamente para extraerle una bala alojada en su rostro.
“A mi bebé le entró la bala por la cabeza y le salió y le entró al más grande”, relató con pesar.
De acuerdo a declaraciones del padre de familia, su hijo adolescente Brayan David salió con el bebé en brazos a la acera de la casa, donde los vecinos se encontraban celebrando la llegada del año nuevo cuando de repente se escucharon unos disparos. El hecho ocurrió poco después de la medianoche mientras se departía el festejo.
Los menores fueron trasladados al hospital Atlántida y luego trasladado al hospital Catarino Rivas. Lugar donde se confirmó la muerte del bebé, quien se convirtió en el primer menor hondureño en morir a causa de la violencia y delincuencia en Honduras.