Un muñeco de trapo vestido con ropas viejas y ataviado con la mayor cantidad de accesorios posibles representa a Judas Iscariote.
Se trata de uno de los apóstoles de Jesús y el que le traicionó indicando a los romanos el lugar donde podrían aprehenderle a cambio de 30 monedas de plata pagadas por miembros del Sanedrín, según la Biblia.
En algunos puntos de la Ciudad, y hace ya bastantes años, se realizaba esta tradición en la que varias personas, jóvenes en su mayoría, salían a las calles a pedir dinero o “coperacha” para quemar al muñeco (Judas). Esto, primordialmente, se realizaba en los antañones barrios.
Tal es el caso del Barrio Gerona, donde hasta hace aproximadamente unos 10 años aún se realizaba, según comentó un vecino del lugar, quien lamentó que esta tradición se pierda con el tiempo.
Desde el interior
Sin embargo, en el interior del país aún se realiza esta actividad que no dista mucho de la que se hacía en la capital.
Prácticamente, se trata de una mufa para este personaje bíblico y caracterizado de la misma forma que en la Ciudad, es decir, un muñeco vestido con las ropas que haya disponibles.
Además, se acostumbra “bailar a Judas” y lo hace cada persona que paga por ello. Se inicia, regularmente, el Miércoles Santo y desde entonces se inicia la colecta.
El Sábado Santo se quema al muñeco, y tan solo unas horas después de un último recorrido por caseríos y aldeas de lugares. Esta tradición aún es vigente en varios municipios.