Este viernes 8 de diciembre, la iglesia católica conmemora la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la virgen María; la cual hace referencia a la forma especial de su concepción, para convertirse en la madre del Salvador.
La agencia de noticias católica Aciprensa, explica que esta solemnidad es una doctrina de origen apostólico; que se proclamó como dogma el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX.
Enseña que es única y especial, “llena de gracia” e inmune de toda mancha de pecado durante toda su vida, pues el Altísimo la preservó en el primer instante de su concepción.
Este viernes, el Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano con ocasión de esta solemnidad y leyó el texto completo y saludó con ánimo a los fieles a pesar de una inflamación pulmonar que padece.
Durante su intervención destacó dos actitudes de la Virgen María que ayudan a comprender cómo “custodió el don único que recibió”: “Un corazón totalmente libre del pecado”, y como segunda destacó que luego del anuncio del ángel respecto al nacimiento de Jesucristo, quedó “sorprendida, desconcertada y turbada”.
En ese sentido invitó a los fieles a tener la capacidad de asombrarse ante los dones del Señor y “no darlos nunca por supuestos, apreciar su valor, alegrarse de la confianza y la ternura que traen consigo”; así como testificar de este asombro a los demás.
“Sé asombrarme ante las obras de Dios? ¿Experimento maravilla alguna vez y la comparto con alguien?”, preguntó el Santo Padre.
Historia sobre la Solemnidad de la Inmaculada Concepción
En la ocasión en la que se proclamó el dogma, desde Roma fueron enviadas cientos de palomas mensajeras portando el texto con la gran noticia.
Desde entonces, se estima que unos 400 mil templos católicos alrededor del mundo repicaron campanas en honor a la Madre de Dios.
Unos tres años después (1857), en Lourdes (Francia), la Virgen María se le apareció a una humilde pastorcita, Santa Bernardita Soubirous, en repetidas oportunidades. En una de ellas se presentó a sí misma con estas palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Actualmente son miles los templos -distribuidos en los cinco continentes- que están dedicados a “la Inmaculada”; y millones los fieles que a Ella profesan particular devoción.
En Guatemala, para conmemorar esta fiesta, se planifican actividades como eucaristías, rezados y serenatas en diferentes puntos del país.
Para el medio día se tiene programada una misa en la Catedral Metropolitana en la zona 1 capitalina y a las 17:00 horas procesión con el santísimo sacramento del altar por las naves de catedral.