Momentos antes del inicio del partido entre las escuadras de Brasil y Argentina se registró una serie de disturbios en la tribuna y los jugadores de ambas selecciones intentaron calmar los ánimos.
La seguridad del estadio debió intervenir para detener el enfrentamiento entre aficiones de ambos equipos.
Esto provocó una invasión de cancha que rápidamente fue controlada por la seguridad, luego de la intervención de los futbolistas.
Posteriormente el encuentro dio inició con un retraso superior a los 20 minutos.