Irán redujo sus reservas de uranio enriquecido en los últimos meses, según un informe confidencial consultado por la AFP del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, que sin embargo lamentó la falta de cooperación de la república islámica.
La organización de la ONU indicó una ralentización de la producción de uranio enriquecido al 60 por ciento, umbral cercano del 90 por ciento necesario para fabricar una bomba atómica.
Desde hace más de dos años, el OIEA se afana por controlar el programa nuclear iraní, que no deja de coger fuerza, aunque Teherán niega querer dotarse de una bomba atómica.
Irán prometió en marzo que reactivaría los dispositivos, desconectados en junio de 2022 en pleno deterioro de las relaciones con las potencias occidentales.
Desde febrero de 2021, el OIEA se ha visto privado de un acceso “esencial” a los datos registrados por las cámaras, una situación con “consecuencias perjudiciales para la capacidad de la organización de garantizar el carácter pacífico del programa nuclear iraní”, consideró Grossi.
Acuerdo moribundo
El director también se preocupó por “la ausencia de avances” sobre la presencia de partículas de uranio nuclear en dos lugares no declarados, Turquzabad y Varamin, e instó a Irán a cooperar “de manera seria y sostenida”.
Con esta discusión en punto muerto, Teherán sigue incumpliendo los compromisos de este pacto, desde que Estados Unidos se retiró en 2018 por decisión del presidente Donald Trump.
Al 19 de agosto, las existencias totales de uranio enriquecido eran de 3 mil 795.5 kilos, una disminución de 949 kilos en comparación con el mes de mayo, según el OIEA.
Este total sigue siendo más de 18 veces superior al límite permitido por el acuerdo del 2015.
Las reservas de uranio enriquecido al 60 por ciento ascienden ahora a 121.6 kilos, frente a los 114.1 kilos de mayo, un aumento tres veces inferior al registrado anteriormente.
El experto considera “poco probable que la próxima Junta de Gobernadores vote una resolución crítica contra Teherán”, ya que tanto Irán como Estados Unidos “prefieren preservar el status quo hasta finales de 2024”, después de las elecciones estadounidenses.