Un cohete japonés tiene previsto despegar el lunes con un pequeño módulo para alunizar dentro de cuatro o seis meses, en una nueva misión lunar del país nipón tras varios fracasos y el éxito de India, que ya empezó a explorar el polo sur del satélite terrestre.
El despegue estaba inicialmente previsto para el sábado, pero fue aplazado primero al domingo y luego al lunes por las malas condiciones meteorológicas previstas el fin de semana en la base de lanzamiento espacial de Tanegashima, en el suroeste de Japón.
La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa) apuesta ahora por una tecnología de alunizaje de alta precisión.
SLIM (acrónimo de Smart Lander for Investigating the Moon), un módulo de aterrizaje lunar de unos 700 kg, mide 2,4 metros de alto, 2,7 metros de ancho y 1,7 metros de largo.
Objetivo
Jaxa pretende alunizarlo a menos de 100 metros de un objetivo específico, mucho menos que el alcance habitual de varios kilómetros.
Para los robots exploradores, “desplazarse por pendientes pronunciadas y terrenos irregulares sigue representando un alto nivel de dificultad. Por eso es importante poder alunizar [naves espaciales] con un alto grado de precisión para permitir una exploración eficaz en el futuro”, explicó Jaxa en su página web.
La carrera por llegar a la Luna cobró un nuevo impulso después de que India lograra el miércoles alunizar con éxito una nave no tripulada.
Hasta ahora, sólo Estados Unidos, la Unión Soviética y China habían logrado descender naves automáticas en el satélite terrestre.
Fracasos anteriores
Japón ya había tratado en noviembre de hacer alunizar una minisonda, que viajaba a bordo de la misión estadounidense Artemis 1.
Pero la comunicación con “Omotenashi” (“hospitalidad” en japonés) se perdió poco después de ser mandada al espacio debido a un fallo en la batería.
En abril, una empresa privada japonesa llamada ispace también fracasó en su intento de alunizar su módulo Hakuto-R.
El cohete H2-A de la Jaxa, cuyo lanzamiento está previsto el lunes a las 09:26 hora local (00:26 hora GMT) también llevará un satélite XRISM al espacio, una herramienta de imagen y espectroscopia con rayos X.
La misión XRISM es fruto de una colaboración entre la Jaxa, la Nasa estadounidense y la Agencia Espacial Europea (ESA).
La doble misión SLIM/XRISM también podrá estimular la Jaxa, que ha sufrido varios fracasos desde el año pasado.
Tras el fracaso del despegue del pequeño lanzador Epsilon-6 en octubre, Jaxa sufrió otros dos contratiempos en febrero y marzo de este año con el lanzador de nueva generación H3, que aún no ha logrado completar con éxito una primera misión.