“Joaquín” a quien llamaremos así a solicitud de él para guardar su identidad nos narra que regresar al país tras poco mas de una década, lo obligó a enfrentarse con una situación compleja y decepcionante.
Tiene 55 años y nos cuenta que en Estados Unidos tenía una “troca” (vehículo tipo pick up de modelo reciente) y un auto tipo sedán moderno. trabajó en el campo de recolectar verduras, pero gracias a su carisma y proactividad logró conseguir un empleo de chofer privado de una familia acomodada.
El empleo le permitió prosperar para enviar dinero a sus tres hijos varones, quienes tras el fallecimiento de su esposa, se quedaron al cuidado temporal de una tía. Joaquín, mandó a traer a sus hijos y les dio una vida acomodada en Estados Unidos
Teníamos una vida desahogada, mis hijos entraron al colegio allá y vivíamos muy bien, pude ahorrar y comprarme una casita en donde cada uno de mis hijos tenía su propia habitación equipada. Conforme iban creciendo yo les compraba un vehículo para que se movilizarán.
Por muchos años la vida le sonrió a Joaquín, pero desafortunadamente hace dos años fue detenido en Estados Unidos y deportado a Guatemala.
Fue duro, porque en realidad fue un descuido mínimo, me tomé mis traguitos y choqué levemente un vehículo. Llegó la policía y constataron que estaba de manera ilegal, estuve preso como si fuera un criminal y luego llegué de regreso aquí sin nada, tan así que ese día me fui a pie donde un amigo y lo esperé afuera de su casa hasta que llegó de trabajar.
Afortunadamente como lo describe don Joaquín, sus hijos lograron legalizar su estancia en Estados Unidos, pero para él todo es diferente ahora.
Cuando llegué tuve que pedir posada con un amigo por dos meses, luego con familiares lejanos, hasta que logré conseguir un trabajo como guardián en un lugar porque lastimosamente no tengo estudios, pero si tengo todo el deseo de seguir adelante.
Actualmente, Joaquín es conserje de una empresa de lunes a viernes de 6 de la mañana a 3 de la tarde. Durante los fines de semana, logra realizar trabajos extra como jardinero, plomero, carpintero o chofer. Aunque trabaja arduamente durante jornadas extensas, no logra obtener la estabilidad y el estatus que tenía cuando vivía en Estados Unidos. A estas alturas, ya no desea regresar porque la situación ha empeorado y considera que ya no tiene edad para laborar con la misma intensidad.
El caso de Joaquín es un reflejo de lo que viven muchos guatemaltecos que son deportados. Algunos, al retornar, se encuentran con grandes deudas que adquirieron para poder irse. Otros venden lo poco que tienen y al retornar no tienen nada. La difícil situación que deben enfrentar muchos, inicia desde que bajan del avión, con la preocupación de no saber hacía donde ir, ni como movilizarse ya que en algunos casos literalmente regresan únicamente con la ropa que llevan puesta.
Carlos Narez del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) destaca que son muchas las necesidades que enfrentan los connacionales al ser deportados y por ello es necesario buscar la creación de planes integrales que les permitan retomar una vida digna.
En su totalidad ellos traen afectación psicológica, es decir el hecho de ser retornados a su país de origen, prácticamente les afecta porque atrás han dejado familia, hijos una vida y esto repercute de una u otra manera en la persona. Genera el deseo de tratar de buscar regresar de nuevo, desafortunadamente por la vía irregular.
Actualmente, Conamigua esta trabajando con dos bancos del sistema para buscar establecer una tasa preferencial de cambio para los migrantes guatemaltecos retornados, también realiza acercamientos con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social para buscar oportunidades de empleo que les permita una digna reinserción laboral.
Por otro lado organizaciones pro migrantes, esperan los vuelos de los retornados y les brindan transporte, cobijo y alimentación, mientras logran contactar a familiares.