La 96 edición de los Premios Oscar quedó marcada luego que John Cena apareciera completamente desnudo para entregar el galardón a mejor diseño de vestuario.
El Dolby Theater de Los Ángeles, escenario de innumerables momentos icónicos, fue testigo de cómo el actor y ex luchador se presentó para entregar el Oscar de una manera que nadie olvidará: completamente desnudo, cubriendo su intimidad únicamente con el sobre que contenía el nombre del ganador.
La gala, que contaba con Jimmy Kimmel como maestro de ceremonias, revivió de manera inesperada uno de los episodios más comentados de la historia de los Oscars. Recordando el año 1974, cuando un hombre desnudo interrumpió la transmisión en vivo, Kimmel insinuó que este año, Cena sería el encargado de recrear aquel inolvidable momento.