A más de un año de la muerte por sobredosis del rapero estadounidense Mac Miller, la justicia ya ha detenido a tres hombres implicados en el caso. Se trata de un grupo traficantes acusados de vender drogas falsificadas al cantante, lo que terminó con su temprano fallecimiento.
El deceso del artista fue un duró golpe, no solo para la industria musical sino para su familia y amigos, entre los cuales se encontraba su exnovia, Ariana Grande. Las adicciones del rapero eran conocidas por su círculo más cercano, pero nunca imaginaron que moriría así, sobre todo porque jamás mostró intenciones de quitarse la vida.
Ante la sospecha de que la sobredosis fue accidental, la policía continuó investigando qué fue lo que ocurrió aquella noche en casa de Miller. Gracias a la autopsia se supo cuál había sido la combinación que consumió y que le llevó a la muerte: alcohol, cocaína y fentalino.
Ahora, 13 meses después, hay tres detenidos como responsables de esta muerte. Los acusados son Cameron Pettit, Stephen Walter y Ryan Reaves, los dealers del rapero, a quienes se les acusa de conspirar para distribuir sustancias adulteradas y fentalino. Ambos delitos conllevan una pena mínima de 20 años de prisión que se pueden extender a cadena perpetua, recoge La Vanguardia.
La teoría de la fiscalía es que Miller pidió 10 blues (pastillas de oxicodona), pero lo que le vendieron fueron medicamentos falsificados, que contenían fentalino, un poderoso opioide sintético. El rapero habría molido las pastillas y las inhaló, y al mezclarlas con cocaína y alcohol, se produjo la sobredosis que desencadenó su muerte.
Foto: Instagram.